Se dice de Israel Fernández que es el cantaor con más temple y conocimiento del arte jondo de la actualidad, protagonista de una sólida carrera que muchos comparan ya con la de Camarón. Fernández lleva el flamenco a nuevos lugares, experimentando, pero sin darle la espalda a la cultura más clásica y purista de los palos flamencos con guiños a Manolo Caracol o Antonio Chacón. De ahí que haya recibido elogios de artistas esenciales de nuestro flamenco como José Mercé, Arcángel, Raimundo Amador o Chano Domínguez. El cantaor manchego, de Toledo, ha publicado recientemente su último trabajo ‘Amor’ donde se acompaña por Diego del Morao, a la guitarra. Ambos comparten su visión de un flamenco apegado a la tradición pero con mirada contemporánea. Llamado a ser un referente, ya se dice de Fernández que es el cantaor más importante de su generación. Señalado como la voz más prometedora del flamenco actual, hace gala en su nuevo disco de una devoción absoluta por el cante con respeto y observancia a la tradición, pero con letras de su autoría que ponen al flamenco en tiempo presente. El cantaor tiene porte de príncipe. Luce exuberante melena negra. Del cuello lleva siempre colgada una media luna como la que tenía tatuada en la mano izquierda Camarón de la Isla. En su anterior trabajo ‘Universo Pastora’ rindió homenaje a Pastora Pavón, la majestuosa Niña de los Peines, a su hermano Tomás y al marido de esta, Pepe Pinto, es decir, al legado sonoro de la Casa de los Pavón. Acompañado a la guitarra de otro joven faro del flamenco, Diego del Morao, hijo mayor de Moraíto Chico, viene por vez primera a La Mar de Músicas.