Cécile McLorin Salvant es, sin lugar a dudas, una de las voces más fascinantes e inclasificables del jazz vocal contemporáneo. Ganadora de múltiples premios Grammy y heredera espiritual de figuras como Billie Holiday, Sarah Vaughan o Abbey Lincoln, ha llevado el género más allá de sus límites tradicionales, dotándolo de una profundidad teatral, una carga intelectual y una expresividad escénica que la sitúan en una liga propia. Su voz —fértil en matices, capaz de la ironía, el dramatismo y la ternura más desarmante— se convierte en instrumento narrativo al servicio de un repertorio que va del cabaret europeo al folk afroamericano, de la canción francesa al art song.
Cada actuación de McLorin Salvant es un acto de creación y de reinterpretación: no solo canta, sino que construye mundos. En el Cartagena Jazz Festival, su presencia representa una oportunidad única de presenciar cómo la tradición se reinventa desde la inteligencia artística, el riesgo y la autenticidad. Más allá del virtuosismo vocal, lo que deslumbra en Salvant es su capacidad para interpelar al oyente con una propuesta rica en capas, referencias culturales y emoción profunda. Una artista total que convierte cada concierto en una experiencia tan musical como existencial.